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Está muy enfermo y añoraba volver a la cancha de Boca: gracias a su hijo, el domingo cumplió su sueño

Está muy enfermo y añoraba volver a la cancha de Boca: gracias a su hijo, el domingo cumplió su sueño

Eduardo pensó que no volvería más a pisar la Bombonera debido a sus problemas de salud Crédito: Gentileza Gabriel Martín

Gabriel Martín es socio e hincha de Boca. Empezó a ir a la cancha del xenieze con su papá Eduardo cuando tenía 11 años. Hoy, Gabriel tiene 43, y el domingo pasado volvió a ir con su padre a la Bombonera a ver el partido del local contra San Lorenzo. Pero en el medio cambiaron muchas cosas. Eduardo hoy está muy enfermo, hace tiempo no va a la cancha y a mediados del año pasado, cuando las derivaciones de un cáncer de próstata lo pusieron al borde de la muerte, había pensado que ya nunca más podría ir a alentar al equipo de sus amores.

En ese momento de convalescencia extrema, Eduardo le había confesado a su hijo: “No sabés lo que lamento no poder ir al menos una vez más a ver a Boca”. Desde entonces, el hijo boquense estuvo esperando que su viejo se recuperara para poder llevarlo a la Bombonera. Eso sucedió ayer, y la historia se viralizó a partir de un Tweet que envió el propio Gabriel, agradeciendo que otra vez, después de dos años, su padre volviera a visitar el añorado coliseo de La Boca.

“Mi viejo, que está muy enfermo (cáncer), hace 6 meses me dijo “no sabés lo que lamento no poder ir al menos una vez más a la cancha a ver a Boca.” Le pude cumplir el sueño, gracias a amigos, reconforta el alma saber que por lo menos por dos horas pude hacerlo sentir feliz”. Así dice el mensaje que emitió Gabriel por las redes sociales, acompañado de una foto de su papá Eduardo junto a su nieto -hijo de Gabriel- en la Platea Baja Sur de la Bombonera.

Mi viejo, que está muy enfermo (cáncer), hace 6 meses me dijo “no sabes lo que lamento no poder ir al menos una vez más a la cancha a ver a Boca..”Le pude cumplir el sueño, gracias a amigos, reconforta el alma saber que por lo menos por dos horas pude hacerlo sentir feliz [R][R]
pic.twitter.com/pQim6Y7Np6&- Flores Y Bosteros 2 (@YBosteros2)
9 de marzo de 2019

“Mi papá tuvo un ataque cardíaco en octubre de 2017 -cuenta Gabriel Martín a LA NACION-. Fumaba tres atados de cigarrillos por día, tenía 70 años y seguía laburando como electricista, hasta que un día le dio un infarto y lo internaron. Ahí me dijeron que se le había muerto el 70% del corazón. Estuvo 15 días en terapia intensiva pero pudo salir”.

Lamentablemente, ese fue solo el principio de los problemas de salud de Eduardo. Gabriel lo describe de la siguiente manera: “En marzo de 2018 le detectaron un cáncer de próstata con metástasis. Tenía que empezar con la quimio. A mitad del año pasado, estando internado le agarró una infección. Ahí, cuando estaba mal, fue cuando me dijo que su sueño era volver a pisar la cancha de Boca. Él siempre pensó que iba a zafar”.


La familia llegó temprano a la cancha para no perder tiempo en la cola y para ver la previa Crédito: Gentileza Gabriel Martín

En el medio del recuento del grave estado de salud de su papá, Gabriel se toma un minuto para contar su geneología bostera: “Ya somos cuatro generaciones. Mi abuelo fue plateísta y lo llevaba a mi viejo de chico. Yo ahora voy con mis hijos, pero a la tribuna, a la Riachuelo Sur. Por eso ahora para traerlo a mi papá tuve que pedir una platea”.

Gabriel trabaja en la parte de sistemas de una compañía de seguros y vive en la ciudad de Buenos Aires. Su papá, actualmente está con internación domiciliaria en su casa de Morón, donde vive junto a su madre de 94 años.


Eduardo, con los colores de su pasión, pudo volver a alentar a Boca Crédito: Gentileza Gabriel Martín

“Mi viejo es un titán -narra emocionado Gabriel-. Cuando salió del hospital en noviembre del año pasado no se podía ni parar. Después, con los achaques y todo se fue reponiendo”. Pero quizás, por más optimista que fuera, Eduardo no esperaba que unos meses después iba a poder cumplir su sueño azul y oro.

Boca es un oasis

“Ahora mi viejo está un poco mejor porque no está haciendo la quimio, la tiene interrumpida porque pronto le van a hacer un cateterismo. Entonces vi que era el momento para llevarlo a la cancha”, cuenta Gabriel. Como no podía llevar a su papá a la tribuna, el muchacho optó por solicitar a sus amigos del club una platea para discapacitados, pero ellos le dijeron para eso había que hacer trámites, y que había poco tiempo para hacerlos.


Tres generaciones boquenses: León, Gabriel y Eduardo Crédito: Gentileza Gabriel Martín

“Entonces, dos amigos, Mariano Volpini y el Chino Martínez, me cedieron las plateas que tenían asignadas para sus hijos, casualmente una al lado de la otra -cuenta Gabriel-. Como yo tenía que hacer la parte técnica para la transmisión de una radio que tenemos en Boca, Cadena Xeneixe, le pedí a mi hijo que viniera a acompañar a su abuelo”.

Así fue como, muy temprano, mucho antes de que empezara el partido principal, el padre, el hijo y el nieto, entraron al estadio Alberto J. Armando para vivir una jornada memorable. Primero, asistieron al triunfo de las jugadoras de Boca que le propinaron un contundente 5 a 0 a Lanús, y luego, en el show central, el equipo xeneize se floreó con un triplete contra San Lorenzo.


Eduardo y Gabriel en otros tiempos, en la tribuna Media Riachuelo Crédito: Gentileza Gabriel Martín

“Él estaba súper emocionado y yo, feliz como cuando ves a tu nene hacer algo que le da felicidad y te la transmite – cuenta Gabriel-. Y lo que lo coronó no fue solo que ganáramos, que fue una fiesta, si no que mi hijo viera a mi padre, que disfrute con su abuelo y que le quede esta vivencia para toda la vida”.

El breve tuit en el que Gabriel relató parte de su historia y la de su padre fue compulsivamente retuiteado y recibió cientos de mensajes de felicitación y de apoyo, de hinchas de Boca, de River, de San Lorenzo y de muchos otros equipos, incluso extranjeros. Es que esta historia demuestra la verdadera dimensión de esta pasión llamada fútbol, que es muchísimo más que un mero deporte.


Padre e hijo con la azul y oro firmada por los jugadores Crédito: Gentileza Gabriel Martín

Cuando le llega a Gabriel la consulta final para esta nota: ¿Qué es Boca para tu papá y qué es para vos?. El se pone serio, piensa un rato, y contesta: “Mirá, la vida no es simple para nada y Boca es un oasis. Es un lugar donde se olvida todo, y es Boca y nada más. Todo lo malo de tu vida queda de lado y solo importa ver a Boca y llenarse el corazón. Es un oasis. Voy ahí, y el mundo queda atrás”.

Eduardo continúa delicado de salud, pero siempre la pelea y es optimista. A Gabriel no le gusta pensar que el domingo fue la despedida de su viejo de la Bombonera, pero sabe que en algún momento eso llegará. Y así lo vive: “¿Viste que la Bombonera tiene tres bandejas? Bueno, yo sé que mi viejo me va a seguir acompañando, y va a alentar conmigo desde la cuarta bandeja. Él me va a acompañar cuando ya no esté”.

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